Y la tercera parte de las aguas se convirtió en Ajenjo
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas.
Apocalipsis 8.10-11
Un nuevo signo del fin. Las aguas se vuelven luminosas. Dos noticias seguidas sobre este tema aparecen hoy en el blog “el mundo con mis ojos”.
La primera hace relación a un río de Canadá que apareció en el pasado diciembre teñido de color verde fluorescente.
El segundo hace referencia a un lago de Australia que brilla por la noche con tonos azules.
Los comentarios a estos fenómenos son, al menos pintorescos.
Las personas al bañarse, adquieren en sus cuerpos esta fluorescencias mientras permanecen mojados. Esto es muy importante, me dicen varios ex-ingenieros de la NASA a los que tenemos acceso, que tiene que ver mucho con el famoso cinturón de fotones, que está modificando el ADN de todo ser viviente. Son los primeros pasos a una ascensión nos explican ellos.
No hace mucho tiempo se dio el caso de que algunos ecologistas tiñeron mas de 18 ríos de color verde, no es el caso del río de Canadá ni del lago del Norte de Europa, nos llegan noticias de que un nuevo lago en Australia presenta la misma apariencia (fluorescente), aquí si que disponemos de fotos nocturnas y se puede apreciar lo que explicábamos en la anterior noticia, esto no es causado por la mano humana.
El cinturón de fotones es un cuento fantasioso de Paul Otto Hesse, que no tiene ningún fundamento científico. Es sencillamente mentira.
El rio canadiense que apareció teñido de verde en diciembre del año pasado es el rio Goldstream en el que unos bromistas echaron fluoresceína. La fluoresceína es una sustancia colorante hidrosoluble de color amarillo que produce un color fluorescente verde intenso en soluciones con pH mayor a 5. Cuando se expone a la luz, la fluorescencia absorbe ciertas longitudes de onda y emite luz fluorescente. Esta sustancia se usa en oftalmología para examinar los vasos sanguíneos del ojo. No es tóxico pero si se es alérgico a esta sustancia, se pueden presentar efectos secundarios.
El origen de la luminiscencia azul de los lagos Gippsand es más curioso. Todo empezó en el verano de 2006 cuando los incendios forestales sacudieron sin piedad el estado de Victoria, en el sureste de Australia. En ese otoño, lluvias torrenciales inundaron la zona, arrastrando todas las cenizas y los compuestos nitrogenados del suelo a los lagos de Gippsand. En el verano de 2007 las aguas de estos lagos se tiñeron de verde debido a la proliferación de las algas Synechococcus.
Esto produjo problemas de salud leves a las personas que estuvieron en contacto con esas aguas por lo que en enero de 2008 las autoridades locales recomendaron que no se nadara en los lagos. El crecimiento de estas algas estaba causado por el incremento de las sustancias nitrogenadas en el agua, procedentes de las cenizas de los incendios del 2006. Pero en el verano de 2008, lo que sucedió fue que una nueva especie de alga desplazó a la Synechococcus. Se trataba de la noctiluca scintillans. Esta alga tiene la facultad de producir luz al entrar en contacto con el oxígeno, cosa que ocurre cuando se agita el agua (olas, lanzamiento de una piedra…). Este fenómeno dio lugar a que se pudiesen tomar fotos tan extraordinarias como estas. (Imágenes cortesía de Phil Hart).
No hay cinturón de fotones, ni fin del mundo. Por lo menos, de momento.
Fuente: lamentiraestaahifuera.com
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